Suertud@.

Tengo que aprender a conformarme con lo que la vida me da ..." son las primeras palabras de la canción Volver a empezar  de Pablo Alborán. A estas yo le añadiría "tengo que empezar a valorarlas".

Si comparamos el tiempo que nos pasamos lamentando nuestra mala suerte con los momentos que disfrutamos de algo que se nos pone a favor... ¡Las lamentaciones ganan por goleada! Pero está claro... Quejarse es gratis y las derrotas nos marcan.Pero ¡Ojo! está demostrado que el negativismo atrae a la mala suerte.

Te propongo algo... Levántate cada mañana y piensa que hoy es tu día. Intenta olvidar los fracasos y valorar lo que la vida te da; una maravillosa familia, unos amigos de verdad, tu pareja, tus amarillos, en definitiva un entorno que te sirve de "hombro". Si lo haces.... Una puerta abre otra puerta, la vida consiste tal vez en abrir puertas hasta que encontramos nuestra sala, nuestro cuarto.

¡Siéntete suertud@, pues estoy segura que tienes motivos para ello!

No me iré sin decirte adónde voy.

El mensaje de hoy es breve y claro. Uno de los últimos libros que he leído es "No me iré sin decirte adónde voy” del escritor Laurent Gounelle. Cómo el mismo autor describe, el libro está basado en un hecho real: La historia de cada uno de nosotros. No diré su argumento, simplemente os lo recomendaré. En especial lo recomiendo a aquellos que disfrutan con la lectura de libros que nos invitan a reflexionar, a madurar... en definitiva a crecer como personas.

Me quedo con una frase del libro: 

"La vida es así; uno rara vez se da cuenta al instante de que los momentos difíciles tienen una función oculta: conducirnos a la madurez. Los ángeles se disfrazan de brujas y nos entregan maravillosos regalos cuidadosamente envueltos en innobles embalajes...."

 

Perder es ganar.

Por contradictorio que suene, perder es ganar. Desde que somos pequeños los verbos ganar y perder se nos enseñan como perfectos ejemplos de antónimos. Y sí, lo reconozco, lo son pero no siempre. Está claro que en un partido de fútbol lo contrario de ganar es perder pero este concepto no se puede aplicar a la vida en general. 

Para demostraros esto, os pregunto algo que me ayudó a ver claramente esta idea que os expongo... ¿Qué os marca más en la vida la alegria o el sufrimiento? Ojalá y respondáis la primera pero todos sabemos que no es así... ¿Qué te afecta más un suspenso o un aprobado? ¿Perder una oportunidad o ganar la posibilidad de tenerla?. Desgraciadamente, lo que nos enseña a vivir y marca nuestro presente es el sufrimiento. Recuerdo un dicho que dice "Ríe y el mundo reirá contigo... llora y llorarás solo". Afortunadamente, en mi caso no creo que este dicho no se cumple al 100%, eso sí, el que realmente sufre sabe que a pesar de los grandes apoyos y las ayudas que recibe, en verdad está totalmente sólo ante la adversidad. Sólo él puede tirar hacia delante.

Cuando perdemos nos crecemos. A pesar de que cuando perdemos caemos... esa lucha que nos hace levantarnos nos ayuda a aprender, a cambiar, a superarnos....

En definitiva; siempre que perdemos, valga la redundancia, perdemos algo pero si no perdiaramos no ganaríamos lo que nos hace reponer esa pérdida.

¿Hoy, Aquí y ahora?

El título de este blog es "Hoy, Aquí y Ahora" pero...  ¿Por qué? 

He decidio titular así este espacio personal siguiendo una de las teoría vitales del psicólogo, pedagogo y escritor Bernabé Tierno. Este hombre ya ha publicado 19 libros de autoayuda a través de los que nos invitan a reflexionar sobre los principales aspectos de nuestra vida. "Hoy, Aquí y Ahora" es el título de una de estas publicaciones sobre la que el propio psicólogo resume la idea central del libro afirmando que ; «La eterna búsqueda de la felicidad, una felicidad que cada cual debe fabricarse en el día a día; una felicidad a medida, “a la carta”, a gusto del consumidor.» 

¿Pero que significa Hoy? ¿Y Aquí? ¿Y Ahora? Bernabé nos propone disfrutar de lo cotidiano en el «Hoy» de cada una de las horas del día, en el «Aquí» o lugar donde nos encontremos y en el «Ahora» o momento presente. No tenemos que sacrificar nuestro presente para intentar mejorar nuestro futuro pero si labrarlo de manera que éste nos sea más favorable.

 

Otra de las citas que me gustaría destacar de Bernabé, una entrada más de esa Enciclopedia de personas interesantes, es la siguiente: "Las personas que viven para criticar las conductas de los demás, jamás se equivocan y difícilmente piden disculpas, necesitan destacar lo negativo de las personas que tienen más cerca, sean familiares o no, para así ignorar sus propios defectos, limitaciones y miserias humanas, que no son pocas"

Sueña.

Siempre he pensado que dormir es una pérdida de tiempo. 24 horas forman un día y si de esas 24 horas, 8 las pasamos trabajando o estudiando y 8 durmiendo... Sólo nos quedan 8 horas para hacer lo que realmente nos apetece; salir, ver una película,  leer un libro, escuchar música, saborear algo que nos encanta... 

Siempre he sido más de las de soñar despierta que soñar durmiendo. Sin embargo cuando tus sueños se frustran necesitas descansar, o lo que es lo mismo, pasar a soñar durmiendo... ¿Por qué? El gran Albert Espinosa en Todo lo que podríamos haber sido tú y yo, sino fuéramos tú y yo a través de uno de sus personajes afirma: “Me gusta dormir, quizá es lo que más me gusta en esta vida. Y quizá me gusta tanto porque me cuesta mucho conciliar el sueño [...] Desde pequeño he pensado que dormir te aparta del mundo, te hace inmune a sus ataques. La gente sólo puede atacar a los despiertos, a los que están con los ojos abiertos”. En verdad, dormir nos ayuda. Poner el freno es necesario, no siempre podemos estar acelerados.... La calma, la relajación, simplemente tratar de desconectar del mundo. Sin embargo, cuando uno está con los ojos abiertos debe estar despierto, preparado para los posibles "ataques". No nos vale hacernos los dormidos, antes o después las cosas se afrontan, los problemas llegan... Ser un cobarde dormilón no impedirá que tengas que tomar decisiones pero recuerda, dormir nos ayuda. Tras un largo y pesado día sabes que dormir va hacer que esas 24 horas pasen. Recuérdalo... sueña... ¡despierto y dormido!