viernes, 3 de febrero de 2012

Sueña.

Siempre he pensado que dormir es una pérdida de tiempo. 24 horas forman un día y si de esas 24 horas, 8 las pasamos trabajando o estudiando y 8 durmiendo... Sólo nos quedan 8 horas para hacer lo que realmente nos apetece; salir, ver una película,  leer un libro, escuchar música, saborear algo que nos encanta... 
Siempre he sido más de las de soñar despierta que soñar durmiendo. Sin embargo cuando tus sueños se frustran necesitas descansar, o lo que es lo mismo, pasar a soñar durmiendo... ¿Por qué? El gran Albert Espinosa en Todo lo que podríamos haber sido tú y yo, sino fuéramos tú y yo a través de uno de sus personajes afirma: “Me gusta dormir, quizá es lo que más me gusta en esta vida. Y quizá me gusta tanto porque me cuesta mucho conciliar el sueño [...] Desde pequeño he pensado que dormir te aparta del mundo, te hace inmune a sus ataques. La gente sólo puede atacar a los despiertos, a los que están con los ojos abiertos”. En verdad, dormir nos ayuda. Poner el freno es necesario, no siempre podemos estar acelerados.... La calma, la relajación, simplemente tratar de desconectar del mundo. Sin embargo, cuando uno está con los ojos abiertos debe estar despierto, preparado para los posibles "ataques". No nos vale hacernos los dormidos, antes o después las cosas se afrontan, los problemas llegan... Ser un cobarde dormilón no impedirá que tengas que tomar decisiones pero recuerda, dormir nos ayuda. Tras un largo y pesado día sabes que dormir va hacer que esas 24 horas pasen. Recuérdalo... sueña... ¡despierto y dormido! 


No hay comentarios:

Publicar un comentario