lunes, 13 de febrero de 2012

Perder es ganar.

Por contradictorio que suene, perder es ganar. Desde que somos pequeños los verbos ganar y perder se nos enseñan como perfectos ejemplos de antónimos. Y sí, lo reconozco, lo son pero no siempre. Está claro que en un partido de fútbol lo contrario de ganar es perder pero este concepto no se puede aplicar a la vida en general. 
Para demostraros esto, os pregunto algo que me ayudó a ver claramente esta idea que os expongo... ¿Qué os marca más en la vida la alegria o el sufrimiento? Ojalá y respondáis la primera pero todos sabemos que no es así... ¿Qué te afecta más un suspenso o un aprobado? ¿Perder una oportunidad o ganar la posibilidad de tenerla?. Desgraciadamente, lo que nos enseña a vivir y marca nuestro presente es el sufrimiento. Recuerdo un dicho que dice "Ríe y el mundo reirá contigo... llora y llorarás solo". Afortunadamente, en mi caso no creo que este dicho no se cumple al 100%, eso sí, el que realmente sufre sabe que a pesar de los grandes apoyos y las ayudas que recibe, en verdad está totalmente sólo ante la adversidad. Sólo él puede tirar hacia delante.
Cuando perdemos nos crecemos. A pesar de que cuando perdemos caemos... esa lucha que nos hace levantarnos nos ayuda a aprender, a cambiar, a superarnos....

En definitiva; siempre que perdemos, valga la redundancia, perdemos algo pero si no perdiaramos no ganaríamos lo que nos hace reponer esa pérdida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario